19 de octubre de 2012

ESCRITORES QUE NO TERMINARON SUS ESTUDIOS



En la historia de la Literatura ha habido numerosos casos de grandes autores que, no habiendo completado sus años de estudios, llegaron a crear obras que han pasado al canon universal de las letras. Mostramos algunos de los grandes escritores que, a pesar de no terminar su formación académica, consiguieron triunfar en el mundo literario por su amor por las letras.
Todos sabemos de la importancia de la formación académica en nuestros días. A pesar de los índices de fracaso escolar y de abandono de los estudios, los expertos nos recuerdan que, en cualquier caso, a mayor formación, menor tasa de desempleo.

Gabriel García Márquez
 
 Aunque su pasión era la escritura, continuó con la carrera de derecho en 1948 para complacer a su padre. Después del llamado «Bogotazo» en 1948, unos sangrientos disturbios que se desataron el 9 de abril a causa del magnicidio del líder popular Jorge Eliécer Gaitán, la universidad cerró indefinidamente y su pensión fue incendiada. García Márquez se trasladó a la Universidad de Cartagena y empezó a trabajar como reportero de El Universal. En 1950, desiste de convertirse en abogado para centrarse en el periodismo y se traslada de nuevo a Barranquilla para trabajar como columnista y reportero en el periódico El Heraldo. Aunque García Márquez nunca terminó sus estudios superiores, algunas universidades, como la Universidad de Columbia de Nueva York, le han otorgado un doctorado honoris causa en letra

Charles Dickens

 De Charles Dickens hemos de decir que, en realidad, este abandono de los estudios fue forzado. En sus primeros años, Dickens gozó de una educación privilegiada puesto que su familia pertenecía a la clase media, pero las deudas de su padre le arrebataron esta posibilidad cuando contaba con doce años. A partir de entonces trabajó en una fábrica de betún. Y, a pesar de que después retomaría la escuela, esta experiencia le marcaría de por vida, y sería decisiva en la redacción de algunos de sus títulos más famosos.

  H.G. Wells

 Como en el caso de Dickens, el autor de ‘La guerra de los mundos’ no tuvo otra opción: Wells tenía once años cuando, por un accidente, su padre se fracturó el fémur y tuvo que dejar la escuela para trabajar y ayudar en los gastos del hogar. Los muchos oficios que tomó a partir de entonces inspirarían las novelas ‘Ruedas de fortuna’ (1896) o ‘Kipps’ (1905).

  William Faulkner

 Faulkner tuvo casi desde siempre una personalidad que no encajaba con la disciplina. En su adolescencia le importaba poco la escuela, que abandonó a los quince años. Más adelante, empleado en una oficina de correos, lo despidieron porque leía durante la jornada de trabajo. A los 22, tras sólo un año y medio de matricularse, dejó la Universidad de Mississippi. Pero el caso es que Faulkner acabaría ganando el Nobel de literatura y, lo más importante, dejaría como legado una de las obras con más repercusión de la literatura universal.

   Mark Twain

 También obligado por las circunstancias, el joven Sam Clemens (nombre real de Mark Twain) dejó el colegio a los doce, cuando su padre murió y él, junto a sus hermanos, tuvo que hacerse cargo del hogar. Su hermano mayor Orion era impresor y Twain pasaría a ser aprendiz en el negocio.

  George Bernard Shaw

 Este posteriormente famoso autor teatral erró de escuela en escuela durante su juventud hasta entender a los catorce años que ése no era su ambiente ideal. Su verdadero lugar de formación estuvo en la Galería Nacional de Dublín, donde aprendió todo lo que de Arte, Historia y Literatura necesitaba para convertirse en el escritor excepcional que fue.

Jack London

El autor del célebre ‘Colmillo blanco’ o de los relatos de boxeo recogidos en ‘Knock Out’, dejó la escuela cuando tenía trece años, combinando empleos varios con la lectura incesante de todo libro que tuviera al alcance. Una década después, a los 24, publicó su primera reunión de cuentos.

Ray Bradbury


Considerado como uno de los grandes nombres de la ciencia-ficción, Bradbury no fue a la universidad y, en contraste, como él mismo declaró, se “graduó en la biblioteca” a los 28. De hecho, su inmenso amor a la literatura puede verse en obras como ‘Fahrenheit 451’ o ‘Crónicas marcianas’.

  Harper Lee

Ganadora del premio Pulitzer, Lee dejó la escuela de leyes apenas terminado su primer semestre. Acto seguido se mudó a Nueva York con la firme convicción de convertirse en escritora. Y lo consiguió.

  Jack Kerouac

Kerouac, uno de los más representativos escritores de la generación beatnik, estaba destinado a convertirse en el héroe de la Universidad de Columbia por medio del equipo de rugby. Pero al parecer él tenía otros planes. Una mala relación con el entrenador y una fractura de tibia terminaron por empujarlo fuera de la institución y encaminarlo a una vida radicalmente distinta.

Harvey Pekar

Legendario en el mundo de los cómics, como el mismo indica en el libro ‘Tolstói era un charlatán’, sólo asistió un año a la Case Western University, pero desistió por la enorme presión que le suponían las clases de matemáticas. Luego de ser licenciado por la Marina, a la que se unió cuando abandonó la universidad, se retiró a Cleveland, donde vivió el resto de su vida y entregándose a la autoformación literaria. 
Via | The Atlantic

 

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