Temática: Ya soy mayor
Cinco
motivos son un montón de motivos y Carlos los tenía… Carlos está
enojado porque su padre no le compra un helado; está disgustado porque
su madre no puede jugar con él, debido a que tiene mucho trabajo; está
furioso porque su hermana le ha roto su tractor favorito, y fastidiado
porque lo mandan a dormir temprano… y, además, está enojado porque sí.
Por
eso se le ocurre consultar las páginas negras de la guía de teléfonos
para buscar ayuda. De este modo, encuentra a varias brujas de nombres
muy originales.
Lo
curioso es que Carlos encontrará a las brujas en su propia casa: en el
sótano, en el techo, en el jardín de atrás, debajo de la escalera de
madera, en el desván y bajo el desagüe de la cocina. El mundo mágico de
las brujas está en el mismo lugar que su propio mundo: sólo hay que
saber, como Carlos, descubrirlo.
Como
ninguna de ellas puede ayudarlo a resolver su problema, se dirige a la
casa de la peor de todas las brujas: la Bruja Maladeverdad. Pero, al
verla, el susto no le permite recordar los motivos de sus enojos. La
historia de Carlos se resuelve de otra manera: pensando en cinco
motivos para estar contento.