En Egipto se llamaban las bibliotecas el tesoro de los remedios del alma. En efecto, curábase en ellas de la ignorancia, la más peligrosa de las enfermedades y el origen de todas las demás.
Jacques Benigne Bossuet
. ¡Feliz, feliz Navidad,
la que hace que nos acordemos de las ilusiones de nuestra infancia, le
recuerde al abuelo las alegrías de su juventud, y le transporte al
viajero a su chimenea y a su dulce hogar! (Charles Dickens).
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